Silence and Calm
Actualizado: 27 jul 2020
Cualquier persona tiene la habilidad de meditar. Sin embargo, como en toda práctica, debes hacerlo seguido para lograr los mejores resultados. A veces, nos resistimos a comenzar a incursionar en el mundo de la meditación porque a muchas puede parecernos algo extraño o difícil pero no es así.
Buenas noticias: meditar es mucho más simple de lo que muchas pensamos. Tu deseo de experimentar algo nuevo y sentirte mejor en todo sentido es todo lo que necesitas para emprender este camino de autodescubrimiento y paz interna. Una vez comiences a implementar estas prácticas en tu rutina diaria, te darás cuenta rápidamente que dejará de ser algo nuevo y desconocido a un necesario reset para tu mente que pasará a formar parte de tus hábitos.

Comienza por establecer la intención de comenzar la práctica: afírmate a ti misma que le das la bienvenida a una nueva práctica y acostúmbrate a la idea, celébrala. Esto te ayudará a darte la energía necesaria para poder comenzar con tu viaje. Luego, el primer paso es aún más simple: sencillamente comenzar a hacerlo.
Busca un espacio tranquilo y silencioso donde puedas estar cómoda en tu propio cuerpo y con tus pensamientos. Despeja tus preocupaciones y enfócate solamente en lo que estás sintiendo, como el roce de la tela contra tu cuerpo o el aire en tu piel. Siente como el oxígeno fluye a través de ti. Cierra los ojos y enfócate en ti misma desde afuera hacia dentro. Es muy importante aceptar que puedes meditar todo el tiempo que quieras y muchas veces una sesión corta de mindfulness hace toda la diferencia.
Un ejercicio fácil para comenzar es el aliento de un minuto. Consiste en los siguientes pasos:
Respira por 5 segundos.
Aguanta la respiración por 5 segundos.
Suelta por 5 segundos.
Mantenla por 5 segundos.
Repite este patrón de respiración durante un minuto al día. Esto ayudará a relajar tu cuerpo y despejarlo de energía negativa, colocando a tu mente en un estado óptimo para la meditación.